lunes, 10 de octubre de 2022

CAPITULO 60

 


Crees que puede existir un lugar asíNo es difícil de llegar hasta allíNo lo busques más en mi ciudadSólo hola has de decir para entrar allíNo hay derecho de admisiónSólo hay que bajarUna escalera en espiralVerás al barman insultar al pianista de este localNo me gusta como cantas y tu cara es un pañalDesde un rincónLlega a mí una canciónNo se oye bienPero mueves los piesAl compásYa no ves ningún cartel que marque el lugarEl negocio no va bien desde que se fueLa cajera con su nuevo amorCuando faltan en la escuela los chicos vanPidiendo helados de frambuesa al escritorQue ganó su fama en el vaudevilUn viejo oficial contabaComo obtuvo sus medallasTodos saben que les dabaUna gaseosa en promociónDesde un rincónLlega a mí una canciónNo se oye bienPero mueves los piesAl compásEl portero al salir le pregunta¿Hoy ha sido usted feliz?Pero es rara esa frasePorque yo nunca estuve allíDesde un rincónLlega a mí una canciónNo se oye bienPero mueves los piesDesde un rincónLlega a mí una canciónNo se oye bienPero mueves los piesAl compás...

"EL CLUB DEL CERDO VIOLETA",LOS NEGATIVOS

extraida del "Piknik Caleidoscopico",1986,Victoria



Esta seccion del blog del Ecos de Sociedad llega a el Capitulo 60 y me gustaria celebrarlo de una forma especial,pero...¿ Por que El Cerdo Violeta ? Pues alla voy...Yo siempre digo que hice 3 años de Servicio Militar."La Mili" como era familarmente conocida,cuando era obligatoria.Pero en mi caso fue tambien un acto de rebeldia.Con apenas 16 años,el cambio de ser un "rude boy" a un Mod fue de forma natural,pero seguia siendo un mod bastante rebelde con espiritu punk y con todo lo que ello conlleva.En casa estaban asustados ante la perspectiva de como iba a ser mi vida en los proximos años,asi que me pusieron ante un dilema que tuve que responder: ¿ Pero tu que quieres,seguir estudiando,pero esta vez en serio y mejorando las notas,o irte a hacer la mili ? Puede que en casa esperasen que yo contestase otra cosa,pero lo dicho,en un acto de rebeldia,mi contestacion fue: Pues prefiero hacer la mili.Y asi fue: Con apenas 17 años cumplidos,me meti voluntario a hacer el Servicio Militar.Firme por 18 meses e iba a cumplir hasta 17 meses y 20 dias.Es decir,todo comenzo en Noviembre de 1984,todo 1985,y acabe en Mayo de 1986.Por eso lo de los 3 años del llamado Servicio a la Patria.

Asi que justo cuando estaba en medio de la creacion de los primeros ejemplares del Ecos de Sociedad,una fuerza mayor me alejaba de lo que mas me ilusionaba en aquellos dias.Era como cuando algun miembro de una banda lo tenia que dejar por que el Ejercito le habia llamado a filas,o como cuando la separacion de tu chico o tu chica se convertia en tu mayor problema.Era la misma mirada que vi en los ojos de Carlos Berlanga cuando un dia me lo cruze por la calle,el vestido con el traje de paseo y dirigiendose a un apartamento en el centro de la ciudad.Si,le habia tocado hacer la mili en Santa Cruz de Tenerife.Una de las pocas cosas buenas de presentarme voluntario era que eso iba a hacer que yo tambien hiciese la Mili en mi ciudad.Con el paso de el tiempo,lo que yo pensaba que iba a hacer que todo fuese mejor,se convirtio en otro problema mas.

El mio fue un reemplazo un poco extraño,ya que tuvimos menos tiempo para hacer lo que se llamaba la Instruccion;en donde te enseñaban a desfilar,a manejar los fusiles,incluso a utilizarlos en campos de tiro.Lo que solia durar unos tres meses,apenas duro un mes y estuvo repartido en dos cuarteles.El de Hoya Fria y en Los Rodeos.Si no recuerdo mal,uno era de Infanteria y otro de Artilleria.Tras ese tiempo y la Jura de Bandera,ya te mandaban a lo que iba a ser tu destino definitivo.Mi familia busco alguna "manga" para que mi destino no fuese el peor,y en efecto,lo consiguio.Me enviaron a el Cuartel de Almeyda,que estaba en el centro de Santa Cruz,muy cerca de mi casa.Aquel fue otro movimiento del que tambien habria que arrepentirme.

Por un lado,el Cuartel de Almeyda,que con el paso del tiempo se iba a convertir en un Museo,era conocido por que se hacian muchas guardias y otro servicio que se llamaba "Cuartelero",y esto era porque no eramos muchos soldados ni reclutas y los que habia o estaban haciendo Guardias o estaban librando varios dias.Era el precio que habia que pagar por que tu "manga" te habia enchufado,asi es.En Almeyda me encontre con un monton de soldados veteranos a los que no les gustaba nada alguien como yo:voluntario,de la isla y con un supuesto enchufe.Eran en su mayoria soldados de reemplazo que estaban a punto de acabar,en su mayoria peninsulares,y que en sus uniformes se notaba que casi venian de otra epoca.Con las gorras mas cortas y los uniformes casi descoloridos por el uso.Tambien habia soldados isleños,personajes casi de comic con nombres como Emo o Cuco,que me acogieron bien,sobretodo por que yo siempre tenia chocolate para fumar,y lo compartia con ellos,que me aconsejaban y me ayudaban en lo que podian.Cuidado con aquel mando o con aquel otro,no vayas por alli o por alla,intenta pasar desapercibido y todo eso.Dada la situacion,que podia librar de vez en cuando,sobretodo los fines de semana,que fumabamos en nuestras horas libres,y que me habian puesto en un destino,no demasiado pesado,que se llamaba "Jefatura de Armamento y Material",pues esos primeros dos meses en Almeyda pasaron alegremente.La verdad es que el mando que estaba a cargo de esa Jefatura de Armamento y Material tambien parecia sacado de otra epoca,con la cara marcada,siempre silencioso y medio alcoholizado.Si,daba un poco de miedo.Asi que lo que hacia yo alli,que era contar balas y todo tipo de material,pues procuraba hacerlo lo mejor posible y sin un fallo.

Todo empezo a cambiar el dia que me toco una guardia nocturna,y alli estaba yo,en una garita y en la mitad de una noche como otra cualquiera.Ya habia perdido la cuenta de el numero de guardias que habia hecho pero para eso teniamos una forma de llevar la cuenta: en la gorra que utilizabamos en el cuartel ibamos poniendo una pequeña marca o un palito a boligrafo,y asi sabiamos las que llevabamos y las que nos quedaban por hacer a lo largo de la mili.Ya llevaria unas 30 guardias y un numero parecido de Cuarteleros,asi que soliamos ir preparados con una radio de bolsillo,algunas golosinas y unos cigarros,todo para que el tiempo de guardia,unas dos horas por turno,se hiciera mas corto.En esta ocasion,todo parecia ir como la seda.No habia ruidos sospechosos,nadie vigilaba al que vigilaba,todo bien.Alli,de pie,pasando un poco de frio,la cabeza se me iba para otros lugares.En posicion de descanso,tenia el fusil,un viejo Cetme,agarrado con las dos manos.Sin darme ni cuenta,di unos pasos hacia adelante y el fusil quedo en el vacio y entonces se me escapo de las manos,cayendo al suelo unos metros mas abajo.Mire a un lado y a otro,y nadie habia visto y oido nada,asi que baje a recoger el fusil y volvi a la garita.Buff,menos mal,no habia pasado nada mas,o por lo menos,yo no me di ni cuenta,y mi turno de guardia acabo,vino el relevo y yo me fui a dormir el par de horas hasta que ya se acabase la guardia y volviese a mi cama ya dentro de el cuartel.

Al dia siguiente,mientras estaba en la Jefatura de Armamento y Material,el Cabo Primero que habia llevado la guardia,y el par se soldados,me vinieron a buscar y tuve que acompañarlos a el Cuerpo de Guardia.Me hicieron el par de preguntas sobre la guardia y sobre si habia pasado algo...No,Mi Primero,todo fue bien.Entonces me enseñaron el que habia sido mi fusil aquella noche y la culata estaba rota.La punta de la culata se habia roto y faltaba un pedazo.Un desastre...Como me podia haber pasado aquello,y encima un soldado que esta destinado en la Jefatura de Armamento y Material ? Morales,eres un desastre,me dijeron.Bueno,no es para tanto,no? Sera por fusiles...Ingenuo de mi.Dos Meses de Calabozo,esa fue la sentencia,por Maltrato de Material,y ademas,me enviaron a el Calabozo de el Cuartel de Los Rodeos,una de las zonas mas frias de la isla.



Aquello fue el principio de una de las peores epocas de mi vida,pero no precisamente por aquellos dos meses encerrado en el calabozo de Los Rodeos.En el fondo,en el calabozo no se estaba tan mal.Nos sacaban para comer y cenar,estabamos relevados de otros servicios,podiamos leer y escribir y hasta podiamos escuchar musica.Eso si,no nos dejaban estar durmiendo todo el rato,y tambien nos sacaban a hacer pequeños trabajos al aire libre.Los peores trabajos,claro,la limpieza de letrinas de un cuartel es de esas cosas que no olvidas facilmente.Tampoco tener que barrer y recoger diferentes zonas de las cocinas y las habitaciones de los mandos.Pero de todos aquellos trabajos habia uno que era mi preferido y era el trabajar en la pequeña granja que habia en el cuartel,en donde habia tres cerdos gigantescos que tenia que dar de comer,sacar a pasear y darles un manguerazo,de vez en cuando.Aquellos tres cerdos inmensos,de color rosa purpura violeta,grandes,gordos...bueno,claro,comian todos los restos de un cuartel en donde habia cientos de soldados y reclutas,son el mejor recuerdo de aquellos dos meses,asi que yo puedo decir perfectamente que forme parte de el Club del Cerdo Violeta.

Lo dicho,aquellos dos meses de calabozo fueron solo el principio de todo.Me sentia como si el mundo estuviese en mi contra y estaba en el peor de los sitios para sentirse asi.Por supuesto,se acabaron los fines de semana libres,pero no las guardias,eso si.Me relevaron de mi puesto en la Jefatura de Armamento y Material y me destinaron a una seccion llamada "La Policia",que no es lo que estas pensando,no.Eran los que se dedicaban a barrer el cuartel de arriba a abajo y en todo momento.Ibamos con un mono verde de trabajo y un escobillon,y teniamos cierta libertad para ir y venir por todo el cuartel,aunque era una labor que no se acababa nunca.Lo que peor llevaba era que no tenia tiempo para nada mas;nada de leer o de escribir,de imaginarme como podia ser el Ecos de Sociedad,de los discos que me iba a comprar y de las fiestas a organizar.Solo pensar en lo que estaban haciendo Tomas y Fernan,los otros dos editores del Ecos de Sociedad.Solo fumando con el Emo y el Cuco,que estaban a punto de licenciarse y ya no les veria nunca mas,mientras estabamos sentados en un banco que daba a la Avenido de Anaga.Eso me dio una idea. A solo unos metros de aquel banco,habia una garita que no era utilizada,y que daba a la calle.Podia perfectamente,esperar a la hora de paseo,vestirme con el uniforme que llamabamos de "Bonito",y escaparme para pasar unas horas en casa,antes de volver a el cuartel antes de la hora,sin que nadie se diese cuenta.Dicho y hecho,empece a arriesgarme con aquellas escapadas y durante varios meses,nadie se dio cuenta de que me escapaba de Almeyda.Los sentimientos habian cambiado,ahora me sentia poderoso,ya era todo un veterano,y hacia lo que me daba la gana.

En una de aquellas tardes gloriosas de escapada de un cuartel,con todo lo que ello significaba,un Cabo Primero o Sargento Primero,no recuerdo,se dio cuenta de que estaba haciendo algo raro.Yo me confie,y en vez de cambiarme fuera de la vista de todos,me cambie de ropa en una habitacion en donde el Cabo me vio,y me pregunto que estaba haciendo...Era un andaluz que estaba de servicio en la Guardia,y claro,sabia que si me pillaban el podia tener un problema grave.Craviotto,se llamaba.Nunca me olvidare de ese nombre.Un tipo fuerte y guapeton con bigote,menos veterano que yo,y que estaba convencido de que tenia que impedirme que yo me escapara.Lo que no esperaba es que yo,sin articular palabra,le diera un puñetazo en la boca que le pillo por sorpresa y le quito el par de dientes,y lo unico que pudo hacer fue empujarme.La mala suerte puso una ventana detras de mi,que se rompio,y uno de mis brazos quedo enganchado en la ventana...Aun enfadado,y pensando en repetir el puñetazo en todos los dientes movi el brazo hacia adelante y senti algo en el codo.Cuando eche una mirada a el codo,me vi hasta el hueso,y es que me lo habia cortado en la ventana.Volvi a mirarlo,como no creyendolo,y entonces,me desmaye.

Cuando abri los ojos,estaba en una cama del hospital de el cuartel,y varios enfermeros me cosian el codo,mientras a un lado el Cabo Graviotto,nervioso y blanco,solo repetia cuatro palabras: "Tenia que hacerlo,Morales,tenia que hacerlo...".Recuerdo que aun como entre un mal sueño,le dije:"Tranquilo,mi Cabo,usted no tiene la culpa.".Despues,fundido a negro.Otros dos meses en el Calabozo de Los Rodeos con el brazo en cabestrillo,con aquella cicatriz tirando de mi,y con un Sargento loco que lo unico que queria era encerrarme aun mas tiempo.Ya no podia cuidar de los cerdos violeta,que,sospechosamente,habian desaparecido de la escena...¿ Que habra sido de ellos ?Habra que ponerse en lo peor,pero puedo jurar que por un tiempo fueron tan reales como la cancion.No lo soñe.

Cuando volvi a el Cuartel de Almeyda,dos meses despues,Morales era legendario en el Cuerpo de Artilleria y todos los reclutas hablaban de mi.Yo solo estaba pensando en Mayo del 86 y por las noches,cuando el Cabo Primero de turno pasaba lista y despues rompia filas,yo gritaba: " ¡ Mayo ! "

El dato frio y terrorifico era que si me metian otra vez en el calabozo,ya no iba a ir a Los Rodeos,ahora ya me castigarian a un lugar que era conocido como "El Castillo",y de ese lugar no volvia nadie,que se supiera en el cuartel.No es que lo pusieran ante un peloton de fusilamiento,solo que la pena seria de el par de años,y todos mis compañeros de reemplazo ya estarian en sus casas,licenciados y felices.La verdad es que ya lo estaban.La mayoria de soldados y reclutas que habia en el cuartel me eran completamente desconocidos.Asi que,los ultimos meses de mili trate de pasar todo lo desapercibido que pudiese,pero incluso a pesar de eso,hubo un Capitan que estuvo a punto de castigarme,una vez mas,pero le tuve que dar pena,por que rompio un papel delante de mi y me dijo: "Vayase,Morales,quitese de mi vista." Solo unos dias despues me dieron lo que llamabamos "La Blanca",es decir,la Cartilla del Servicio Militar,esa especie de libreta donde pone aquello de :" Valor- Se Le Supone".

17 meses y 20 dias despues volvia a ser libre.Me puse a trabajar y a hacer realidad los primeros ejemplares del Ecos de Sociedad,aunque entretanto ya habia salido alguno.Tres años de mili dan para mucho.

Aquel tiempo vuelve de vez en cuando,y me acuerdo de el Emo y el Cuco y El Turista,que lo llevaba escrito en la gorra,o de el Herreño,que como estaba en las cocinas siempre me daba de comer,de todos los compañeros de reemplazo y de los soldados desconocidos...Todo lo que he contado es real,incluso los cerdos violetas.

J.M.G