"Ingrid Bergman, Ingrid Bergman
let's go make a picture
on the island of Stromboli, Ingrid Bergman.
Ingrid Bergman, you're so perty
You'd make any mountain quiver
You'd make fire fly from the crater,
Ingrid Bergman.
This old mountain it's been waiting
all its life for you to work it,
for your hand to touch its hard rock,
Ingrid Bergman, Ingrid Bergman,
if you'll walk across my camera
I will flash the world your story,
I will pay you more than money,
Ingrid Bergman.
Not the pennies, dimes or quarters
but with happy sons and daughters.
And they'll sing around Stromboli,
Ingrid Bergman...
LETRA: Woody Guthrie, 1950
Ingrid Bergman nació en Estocolmo el 29 de Agosto de 1915 y fue la hija única de Justus Bergman y Friedel Adler. Sus padres murieron siendo Ingrid una niña, con 2 y 12 años respectivamente. Así que se fue con una tía viuda que murió en sus brazos a los seis meses. La criaría otra tía que tenía 5 hijos y que se burlaban de su timidez y su torpeza. Todo esto la hizo retraerse y quedarse en un mundo propio. Ya desde entonces tomó la decisión de hacerse actriz.
Sus padres le habían dejado algo de dinero y así pudo entrar en el Liceo Femenino, en donde conoció la historia de otra mujer que le fascinó desde entonces: Juana de Arco.
Con 18 años se presentó al examen de selección para la beca del The Royal Dramatic Theatre School, una de las mejores escuelas de Europa. Su testarudez convenció a sus tíos para que le dieran permiso de hacer esta prueba y la aprobó. Se matriculó en el Curso Académico de 1933-1934, y muy poco después conocería al que iba a ser su primer marido: Peter Lindstrom, mayor que ella y que iba a ser una especie de manager y asesor de su carrera. Tras un año en la escuela de Arte Dramático empezó su interés por el cine.
Debutó en el cine sueco en 1934 con "Munkbrogreven", de los directores Edvin Adolphson y Sigurd Wallen y firmó un contrato con la productora Svenskfilmindustri. Su belleza juvenil y su buena actuación llamó la atención de la crítica. Tras un segundo título llamado: "Branningar" (1935) de Ivar Johannson es votada como la actriz más prometedora del cine sueco. Al mismo tiempo, Gustaf Molander, un talentoso director sueco se fija en ella y trabajarían juntos en varias películas, en las cuales su participación y talento iría creciendo.
Gosta Ekman, el actor sueco del momento le enseñó todos los trucos interpretativos. Los papeles que Ingrid Bergman encarnó en las 10 películas que rodó de 1934 a 1939 fueron todo un reto para ella. Hizo todo tipo de mujeres, y su seguridad y belleza eran su sello.
Tenía unas parientes en Alemania y allí rodó: "Der Vier Gesellen" (1938) de Carl Frolich para la U.F.A, la famosa productora alemana. En cualquier caso, las películas que la dieron a conocer en Hollywood fueron: "Intermezzo" (1936) de Gustaf Molander y "Un Rostro de Mujer" (En Kvinnas Ansikte) también dirigida por G. Molander y cuya versión norteamericana haría Joan Crawford.
Fue Kay Brown, la representante de los Hermanos O'Selznick en Nueva York quien la vio en la gran pantalla y pensó que aquella actriz y bella mujer tenía que ir a los Estados Unidos. Tras algunas dudas en dejar su carrera en Suecia y viajar con su primera hija (Friedel Pia), así como el idioma y el mundillo de Hollywood, Ingrid Bergman llegó en Mayo de 1939 a Nueva York para rodar un remake de "Intermezzo", la película sueca que había recibido buenísimas críticas. Esta vez, acompañada por Leslie Howard en la historia de la pianista primeriza y el consagrado violinista que se enamoran perdidamente y con la dirección de Gregory Ratoff (sin olvidar las lecciones de Ruth Roberts, profesora de Inglés de la Metro).
La película es un gran éxito y la gran naturalidad, elegancia, inteligencia, sensibilidad y encanto de Ingrid Bergman, la convierten en uno de los rostros del momento.
Vuelve a Suecia en el Verano de 1939 pero entonces estalla la 2ª Guerra Mundial y su marido le aconseja que vuelva a America. En proyecto estaba rodar su Juana de Arco pero David O'Selznick no está por la labor, a pesar de que se ha ocupado de dar una imagen de mujer casada y respetable de Ingrid. Incluso le dice a la actriz que en esos momentos no tiene en sus manos ningún guión adecuado para ella. Esa inactividad es aprovechada por la actriz para ver todas las películas que se estrenan, así como las obras de teatro. Habla con O'Selznick para que la deje hacer teatro y éste acepta ante su insistencia. Otro reto para la actriz.
En Marzo de 1940 debuta en Broadway con "Lilliom" y con Burguess Meredith como antagonista. Fue un éxito inmediato y la crítica teatral elogia su técnica. En Septiembre de 1940 O'Selznick permite a la actriz que colabore con la Columbia en la película: "Adam had four sons" (1941) de Gregory Ratoff con Warner Baxter ("La Calle 42") y Susan Hayward en los otros papeles. En Noviembre del mismo año vuelve a ser cedida a la M.G.M. para actuar en otra película que se llama: "Rage in Heaven" (1941) de W.S. Van Dyke (director a reivindicar) junto a Robert Montgomery y el siempre elegante George Sanders. Estas películas pasaron casi desapercibidas pero no las actuaciones de Ingrid Bergman, que seguía subyugando a la crítica especializada. La actriz luchó para que le dieran el papel de Ivy (la prostituta) en una nueva versión del mito de Jeckyll y Hyde: "El Extraño Caso de Jeckyll & Hyde" (1941) dirigida por Victor Fleming y protagonizada por Spencer Tracy y Lana Turner. O'Selznick quiso en un principio que Ingrid hiciera el otro papel, pero la actriz insistió. Este supuso el primer contacto de Ingrid con Victor Fleming; 7 años después rodarían, por fin, su Juana de Arco.
Durante esta época, su marido se había reunido ya con ella y se van a vivir a Rochester, cerca de la Universidad donde éste iba a seguir con sus estudios de medicina y rodeados de todo ese mundo universitario. Aburrida por no tener demasiado trabajo, hace sus visitas a Nueva York yendo a teatros y museos. O'Selznick seguía siendo muy exigente con los guiones que le llegaban a la actriz pero ésta no quería que pasara mucho tiempo entre película y película, así que volvió a conseguir que el productor pusiera en los escenarios la obra: "Anna Christie" (Greta en el cine), y que se estrenó en Agosto de 1941. Otra vez las críticas fueron espléndidas.
Por fin iban a llegar los dos títulos que la convertirían en toda una estrella de Hollywood. Primero una cesión a la Warner Brothers: "Casablanca" (1942) de Michael Curtiz. El Mito hecho Película. O'Selznick convenció a la actriz a trabajar en este título ya que Ingrid no estaba segura. Una de las razones para decir que sí fue que su partenaire; Humphrey Bogart también había hecho teatro.
El otro título fue: "Por quién doblan las campanas" (1943) de Sam Wood, basada en la novela, "For Whom The Bell tolls" de Ernest Hemingway. Ingrid Bergman presionó insistentemente a O'Selznick y a Paramount Pictures para conseguir el papel, que en un principio iba a ser para Vera Zorina; más conocida como bailarina que como actriz. Un golpe de suerte le iba a brindar ese papel que le trajo una nominación para el Oscar y el cariño de todo el público... ¡¡Aquel maravilloso corte de pelo!!!
Durante la 2ª Guerra Mundial, Ingrid Bergman realizó una serie de giras por diversas bases militares para entretener a las tropas. Además intervino en una película documental de la Oficina de Información de la Guerra: "Swedes in America", que mostraba la forma de vida de los suecos afincados en Minnesota.
En el Verano del 45, poco después de la victoria en Europa, realizó otra gira por campamentos militares en Alemania, en los que leyó extractos del guión de Juana de Arco a los soldados, mientras les describía escenas y situaciones. También encontró tiempo para aparecer en la radio, concretamente en 1944, junto a Ronald Colman en "Death Takes a Holiday", que había dirigido Mitchell Leisen 10 años antes en el cine.
A finales de 1943 comenzó a trabajar en "Luz que agoniza" (1944) de George Cukor junto a Charles Boyer y en la M.G.M. Su fuerza emotiva y poder hipnótico le hicieron ganar el Oscar a Mejor Actriz de 1944.
En los años siguientes se estrenaron las películas que ya le llevarían a la fama definitiva. "Spellbound" (1945) con Alfred Hitchcock, "Las Campanas de Santa Maria" (1945) de Leo McCarey y que era una cesión a la RKO y "La Exótica" (1945) de Sam Wood.
La última película en la que intervino bajo el antiguo contrato que le unió a O'Selznick Pictures fue la obra maestra: "Encadenados" (1946) otra vez con Hitchcock, otra vez para la RKO. Ingrid Bergman tenía la sensación de que el magnate de Hollywood se había aprovechado de ella y que le daba los mejores papeles a Jennifer Jones, con la que David O'Selznick se casó tiempo después.
Durante 1946, Ingrid Bergam volvía a triunfar en los teatros con una adaptación de una de sus obsesiones: "Joan of Lorraine" (La Doncella de Orleans). En 1948 rodó: "Arco de Triunfo" de Lewis Milestone, un título no muy reconocido o citado como copia de "Casablanca", pero es tan grande como todas las anteriores y crece con cada revisión. Otra vez con Charles Boyer en una historia genial de personajes que huyen de la guerra, de la resistencia al fascismo y el amor a través de los problemas.
Su vida matrimonial con Peter Lindstrom casi no existía y durante el rodaje de este título quiso divorciarse, pero ambos aguantaron un poco más. Aquel contrato con O'Selznick había acabado y era su marido el que le ayudaba a tomar decisiones, de las que la actriz se iba a hartar muy pronto.
El siguiente proyecto fue la versión cinematográfica de su querida Juana de Arco. Producida por la corporación formada por Walter Wanger, que puso muchísimo dinero, y la actriz y su aún marido. La película triunfó en Europa pero fracasó en los Estados Unidos.
Ingrid Bergman se había hecho buena amiga del fotógrafo Robert Capa y éste le habló de Roberto Rossellini, Padre de la Escuela Neorrealista Italiana de Postguerra y que había causado sensación con sus películas. La actriz vio: "Roma, citta aperta" (1945) y se quedó impresionada por su crudo realismo. Después de ver "Paisa" en 1948, le escribió una carta al cineasta que decía lo siguiente:
"He visto sus películas y me han gustado mucho. Si necesita una actriz sueca que sabe hablar bien inglés, que no ha olvidado el alemán, que no resulta muy comprensible en francés y que en italiano lo único que sabe decir es: "Ti Amo", estoy dispuesta a hacer una película con usted...
Afectuosamente, Ingrid Bergman."
En el Verano de 1948, Ingrid Bergman fue a Inglaterra para rodar "Atormentada" de Hitchcock. Durante el rodaje conoció a Rossellini, y junto a su marido llegaría a un acuerdo para producir: "Stromboli, terra de dio" (1950) -(Howard Hughes ayudó en la financiacion).
En 1949, Rossellini viajó a Hollywood y siguieron hablando de la película. En Marzo del mismo año, Ingrid Bergman viajó a Italia para el rodaje. Una vez más, la película triunfó en Europa y, con un montaje diferente, fracasó en los Estados Unidos. Hollywood estaba más pendiente del escándalo de Bergman-Rossellini... ¡Maldita Louella Parsons!!
Ya divorciada, se casaron en Juarez, Mexico. El supuesto escándalo cesó en Junio de 1952 cuando nacieron las dos hijas gemelas: Isabella e Isotta.
El período con Roberto Rossellini empezó con "Stromboli", siguió con "Europa 1951", después con uno de los episodios de "Siamo Donne" (1953), así como "Viaggio In Italia" (1954) (Te querré siempre), maravillosa junto a George Sanders otra vez. Le siguió un montaje teatral llamado: "Giovanna D'arco al Rogo" (1954), basado en su personaje favorito. Por último, "La Paura" (1955). Películas Modernas para aquel tiempo en que Ingrid Bergman fue feliz, por fin. Tal vez demasiado Modernas, nunca demasiado feliz.
En 1955, harta de estar sin dinero y convencida de que nunca lograría una película de éxito de público y crítica con Rossellini, intervino en "Elena y Los Hombres" de su amigo Jean Renoir. El título en inglés fue: "Paris Does Strange Things".
Al año siguiente protagonizó "Té y Simpatía" en los escenarios de Paris; un papel que haría Deborah Kerr en la gran pantalla.
El regreso de Ingrid Bergman a Hollywood fue en 1956; otra vez apareció Kay Brown con una oferta, esta vez de la 20th Century Fox, para protagonizar "Anastacia" de Anatole Litvak. Con ella ganaría su 2º Oscar, con ella triunfó y le daría en toda la cara a muchos.
En 1957, su matrimonio con Roberto Rossellini se había ido a pique; talento y orgullo les hicieron incompatibles.
Al año siguiente su amiga Kay Brown le presentó a Lars Schmidt, un empresario teatral sueco... Se casarían a finales de año.
Las siguientes películas fueron: "Indiscreet" (1958) de Stanley Donen y su reencuentro con su amigo Cary Grant; después "El Albergue de la Sexta Felicidad" de Mark Robson y basada en la maravillosa novela de Alan Burguess; le siguieron "No me digas que no" (1961) de Anatole Litvak con Ives Montand y Anthony Perkins; y una versión cinematográfica de la obra de teatro de Friederich Duerrenmatt, "La Visita del Rencor" (1964) de Bernhard Wicki y acompañada por Anthony Queen. Sirva como dato que Duerrenmatt escribió el argumento de la película "El Cebo" de Ladislao Vajda.
En 1965 participa en "The Yellow Rolls-Royce", del director británico Anthony Asquith y junto a Omar Shariff, el actor de moda. También volvería a participar en una película de capítulos llamada "Stimulantia" (1967) y que era su vuelta al cine sueco después de 20 años. En este título se reencuentra también con Gustaf Molander y Gunnar Bjornstrand, los cineastas suecos que vieron sus comienzos.
De regreso a los Estados Unidos interviene en dos títulos para la Columbia: "Cactus Flower" (1969) de Gene Saks y con Goldie Hawn y el siempre genial Walter Matthau en una comedia moderna. Las dos actrices bailan un frenético boogaloo en una discoteca... ¡¡Histórico!!
Con 54 años, Ingrid Bergman irradiaba esa típica calidez que la acompañó durante toda su carrera. Categoría de Reina. A continuación protagonizó: "Secretos de Esposa" (1970) de Guy Green -(A Walk in The Spring Rain), otra vez junto a Anthony Queen en una especie de remake de "Brief Encounter" (1946), David Lean.
Ya desde la década de los 60 también hizo mucha televisión y volvió al teatro, destacando en "Hedda Gabler" de Ibsen. Llevaba mucho tiempo sin parar: Paris-Los Angeles-Nueva York-Londres... A partir de entonces, en los últimos 12 años de su vida, Ingrid Bergman fue reduciendo, poco a poco, sus apariciones en las pantallas.
En 1973 aceptó un pequeño papel de 25 minutos en "From The Mixed Up Files of Mrs. Basil E. Frankweiler", dirigida por Fielder Cook. Un título sobre dos niños que hacen una visita al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y dejan libre su imaginación. La actriz le tenía un cariño especial a esta película.
Al año siguiente aceptó otro papel corto; el de misionera sueca de caracter neutral en "Asesinato en el Orient-Express" de Sydney Lumet. Y con esta intervención ganó su 3er Oscar, esta vez como secundaria. Cuando le dieron el premio en la Ceremonia de Entrega y le tocó dar su discurso, Ingrid dijo humildemente que sus compañeras se lo merecían más que ella, y pidió un aplauso como reconocimiento.
En 1976 llegó: "A Matter of Time" de el gran Vincente Minnelli. En España tuvo el título de "Nina", y allí está Liza Minnelli como una especie de "Cenicienta", y el reencuentro de Ingrid Bergman y Charles Boyer en unas escenas crepusculares llenas de romanticismo. La crítica masacró esta película pero La Vieja Ola se queda con esta frase que dice la actriz:
"EL TIEMPO NO EXISTE: NADIE MUERE A NO SER QUE NOSOTROS LO DESEEMOS ASÍ."
Una de sus gemelas, Isabella, tenía un pequeño papel en este título.
Dos años más tarde llegaría: "Sonata de Otoño", dirigida por su compatriota Ingmar Bergman. La actriz interpreta a una pianista ególatra que trata de reconciliarse con su hija, Liv Ullman, y que tiene unas extrañas reminiscencias con "Intermezzo". Fue su último gran triunfo en la gran pantalla, tanto de público como de crítica. Su talento y su memoria sorprendió a todos sus compañeros y se llevó estupendamente con el director. No había dejado de hacer pequeños papeles en obras de teatro de Bernard Shaw, Sommerset Maughan, N.C. Hunter y otros. La crítica se sorprendía de su elecció n en los papeles,como si Ingrid fuese eligiendo extrañamente.
En 1975 su matrimonio con Lars Schmidt se rompe en secreto: Ingrid Bergman se dedica a sus hijos, nietos y a su profesión: Actuar.
En 1979 fue la anfitriona del homenaje a Alfred Hitchcock que se emitió desde Hollywood; las escenas de cariño y amistad entre el director y la actriz dieron la vuelta al mundo... ¡¡¡Hitch emocionado e Ingrid abrazándolo como si fuera un niño!!!
Por fin, en 1982, la televisión le proporcionaría su último gran papel: "A Woman Called Golda" de Alan Gibson. Su interpretación de la primera ministra Golda Meir dejó anonadados a todos en el set del rodaje. No se sabía cuando acababa el personaje y empezaba la actriz. A pesar de que se encontraba muy débil por el cáncer que padecía, no se notó en el rodaje y ganó el Premio Emmy de Mejor Actriz.
Cuando falleció el 29 de Agosto de 1982 a los 77 años, Ingrid Bergman tenía una de las reputaciones más distinguidas del Séptimo Arte. Los papeles que desempeñó en sus 46 películas, 11 obras de Teatro y 5 dramas para la televisión, reflejan su versatilidad, su sencillez y gran estabilidad, así como su belleza y su complejidad técnica. Un ser humano risueño, vital y con los pies en el suelo... Una Pionera.
"Es importante vivir al máximo la parte de la vida que te ha sido asignada. Es algo demasiado valioso como para desperdiciarlo. La vida, sea larga o corta, es un don que hay que apreciar, saborear y saber utilizar."
Ingrid Bergman, 1974
En su recuerdo...
UN ARTÍCULO DE LA VIEJA OLA...