Mi amor por el Cine Italiano viene de años atrás, cuando me di cuenta de la libertad que destilaban esas imágenes, imágenes de la realidad que no encontraba en otras cinematografías...
Eran las vicisitudes de la gente corriente que el cineasta Luciano Emmery otros, plasmaron en sus películas de los años 50 y 60.
Aburrido, Emmer dejó el cine tras rodar "La Ragazza in Vetrina"(1960), porque cuando llegó el bienestar a Italia después de guerras y posguerras cruentas, la gente se volvió mediocre y no valía la pena rodar... Según Emmer, no quería plasmar la vida de esa nueva sociedad que había surgido de las cenizas de la posguerra.
Luciano Emmer empezó como documentalista y esto se nota en sus pocas películas... Debutó como director con "Domenica d'agosto"(1950) y a través de la década dirigió también "Camilla"y la más conocida "Le Ragazze di Piazza di Spagna", con una bellísima Lucía Boséy esa famosa escalera siendo testigo de historias de todo tipo.
Otra causa para el pesimismo de Emmer y razón importante para que dejara el cine fue la censura. El productor de "La Ragazza in Vetrina", asustado por su contenido y su posible no exhibición, recortó varias escenas que se perdieron... La película hablaba de la miserable vida de los inmigrantes italianos y de la prostitución en los Paises Bajos.
Emmer fue un gran observador. Minucioso y tomándole afecto a los personajes. Desde las clases más bajas a la alta sociedad, retrató la vida popular pequeño burguesa de los años 50.
Cuando el cineasta italiano dejó el cine, volvió a lo que más le gustaba: El Documental... y así entró en el mundo de la televisión y de la publicidad. Fueron 40 años de conocer a personas y acumular sus historias en su cabeza... Siempre con la idea de contarlas... y así, Emmer volvió porque quería ponerlas en imágenes.
Hace unos pocos años, el maestro italiano volvió a rodar otra pelicula: "Una lunga lunga lunga notte d'amore"(Años 90), seis historias de amor, encuentros, pasiones y abandonos... Energías renovadas del autor italiano menos conocido de la Edad de Oro del Cine Italiano. Emmer tiene ganas de contarnos historias, una racha creadora basada esencialmente en historias de mujeres... y por nuevos proyectos no será para el veterano cineasta.
Hace unos meses pude ver la versión íntegra de "La Ragazza in Vetrina" y fue emocionante comprobar la maestría en contar historias diarias y convertirlas en algo especial... Los Héroes de cada día... Emmer se apunta a eso de... El bienestar trae mediocridad... La realidad se ha vuelto plana y mediocre, pero los sueños de la gente normal no han desaparecido...
Muchas veces pensamos que el Séptimo Arte son explosiones y fuegos artificiales!!! El Gran Espectáculo!!! Vale... también lo acepto, pero Luciano Emmer me enseñó y me ayudó a comprender que Cinematografía es retratar las alegrías y las tristezas de la gente... esa gente con la que nos cruzamos todos los días por cualquier calle.
Paseando por las calles de Barcelona me siento un personaje de sus películas, tan marcados por el destino... Me llevé una alegría al ver los carteles de la Filmoteca... me traen recuerdos... Y la gente sale de ver una película de Luciano Emmer con el silencio y una sonrisa como compañeros... Me fijo en una foto de una chica; es Marie Trintignanty vuelvo a la realidad... Estoy seguro que detalles así le hubieran encantado al Maestro de la Vieja Ola...
Bajo la calle hasta la pensión y voy pensando en mañana...
Gracias Luciano... La Vieja Ola te quiere.
Este artículo fue escrito a través de los años... desde Barcelona y el sur de la isla de Tenerife 2001-2004