viernes, 7 de agosto de 2015

Capítulo 28

Hay una conexión entre Jamaica y la Bella Isla. Siempre la ha habido y siempre la habrá. Algo parecido pasa con el País Vasco, Valencia u otros lugares del Universo. Es una especie de conexión cósmica que tiene que ver con la Naturaleza, con la sal del mar, con la hierba, con el sol.

Puede que seamos como hormiguitas perdidas en una gran ciudad, pero la isla viaja con nosotros. Es un hecho irrefutable que también tiene que ver con ese ritmo único que tenemos los isleños. Un timing especial para la medida del tiempo. Ya sabes aquello de: "Hey, quedamos dentro de media hora en la esquina." Y esa media hora es tan elástica. Pueden ser 20 minutos o puede ser una hora, pero al final, siempre aparecemos.

Me gusta hablar del Folk Jamaicano como seña de identidad trasplantada a diferentes partes del mundo. Una especie de religiosidad mezclada con hedonismo. Una especie de calma, de pausa.

Recuerdo estar en diferentes barrios de las afueras de Londres a finales de los 70 y principios de los 80, cuando la explosión del Ska y del BlueBeat y se notaba en el aire esa mística natural de la que habló Bob.

Allí, en los barrios periféricos y obreros, también me sentía como en la Bella Isla, y "había una mística natural soplando en el aire... tal vez, solo fuera un primer aviso, tal vez fuera el último. Muchos tendrán que sufrir y muchos tendrán que morir, pero no me preguntes la razón. Las cosas ya no son como eran antes y no te voy a engañar. Todos tendremos que enfrentarnos con la realidad. A pesar de que he buscado las respuestas a todas las preguntas que hay, a pesar de que es imposible seguir viviendo solo mirando al pasado, no te puedo engañar. Hay una mística natural flotando en el aire y nadie podrá con nosotros..."

Allí, en las esquinas de las grandes ciudades, las nuevas generaciones de Rude Boys, Peanuts, original Mods y Hard Mods, skinheads y todos los que estaban presentes, no tenían problemas en compartir el mismo espacio cultural, la misma música, las mismas ideas, los mismos trabajos.

Por delante de mis ojos pasaban todas aquellas fotos de carnet de identidad de la carpeta interior del primer disco de Madness, que por mucho que después hemos renegado de aquellas fotos y de aquellas gentes, un nexo de unión sigue ahí, vibrando en muchos corazones.

Aquellos pibes de 15 años, con sus pelos rapados y sus botas militares, compartían espacio con mi parka de segunda mano. Ellos tenian sus ídolos, nosotros teníamos los nuestros. Todos teníamos nuestro Revival Modernista. Aquel Folk Jamaicano, ese Folk isleño era la cuerda de unión. Algo cósmico y místico, pero también realista.

El mundo del 9 a 5 mezclado con los absolute beginners del fin de semana, aquellos locos encantadores llenos de pasión. Una pasión de todos los colores, pero sobre todo, blanco y negro, miles de cuadraditos blancos y negros. Entre lo que nos unía estaba el No hay Futuro, y las cervezas frías en la playa, mientras sonaba el "Dawning of a (New Era)"... Los sueños solo duraban lo que duraba el fin de semana... pero ¡Gracias por Eso!

Por lo menos, en la tienda de la esquina, sonaba una música maravillosa, que nos hacía olvidarnos de todo... Y eran nuestros amigos: Bob, Desmond, Alton, Peter, Bunny, Derrick, Laurel, Prince, Justin, Toots y todas esas bandas que estas pensando... Aquello era reconfortante. La vida es dura. Lo bueno siempre dura poco, pero hay momentos que ya nunca se olvidan. ¡Hey Skavooo!

Ya sabes, el Espíritu de 1969... y toda aquella gente joven en sus clubs disfrutando de algo poderoso. Tal vez, todos teníamos algo diferente, pero al final, todo tenía que ver con una palabreja que ahora esta muy de moda: La Multiculturalidad. Todo mezclado con la diversión y la camaradería... Como esos viejos barrios de la Bella Isla, donde todo el mundo se conoce, con lo bueno y con lo malo que tiene... Nos guste o no, venimos de ahí.

Cada cierto tiempo, vuelvo a aquella primera cinta de Prince Buster, con aquellos discos del sello BlueBeat que incluso aún estaban censurados... !Al Capone!

Cada cierto tiempo vuelvo a todos estos recuerdos para mantenerlos frescos en mi mente... por que los recuerdos son algo particular, como las opiniones.

Después, volví a Madrid... y más tarde volví a la Bella Isla. La conexión sigue estando ahí... Hay un misticismo natural en todo esto... Como cuando pongo un viejo disco de vinilo de Mahalia Jackson y me suena a gloria... Como cuando dejo que el sol me queme la piel, por el simple hecho de no estropear el instante, y me traigo una piedra de la playa a casa para estar conectado con la naturaleza... aunque sea una rata de ciudad.

Si, alguien me lo dijo el otro día: Aunque hayamos tomado caminos diferentes, venimos del mismo lugar. Ya nos han llamado de todo pero seguimos aquí...

Hay una conexión entre Jamaica y la Bella Isla...