viernes, 7 de agosto de 2015

Capítulo 23

Aquel verano de 1987, algo cansados de toda la vorágine modernista de los últimos meses, Cristina y el Buitre decidieron pasar el verano en el Oeste Peninsular.

Una tarde estaban hablando de música en el bar de Pedro, un amigo rocker que habían conocido en una de las peleas de la zona de Nuevos Ministerios, en Madrid.

La conversación iba de los últimos discos que se habían comprado; que si un Ep de Los Cheyenes que habían encontrado tirado en la basura, que si el "Fin de Semana" de los geniales Lone Star podía ser como el "Friday on My Mind" de los Easybeats... Es decir, el mismo contenido pero a la española, y un temazo de Soul.

Un viejito que estaba en una de las esquinas de la barra se les acercó y les habló de que él sabía dónde se podían conseguir singles de todas las épocas y estilos. Se trataba de la Biblioteca Municipal.

En las últimas semanas Cristina se había convertido en una asidua y tenía ya cierta confianza con los empleados. Pues bien, podían contarse hasta más de 6.000 singles que habían sido regalados por la Cadena Ser de Extremadura, que estaban siendo ya pasados a formato digital y que eran un estorbo para la emisora. Así que casi estaban allí abandonados. Muchos de los singles estaban manchados de pintura, ya que las diferentes restauraciones del lugar habían pasado factura a esos tesoros. Malditos maltratadores de Vinilos. Otros aún tenían aquellas famosas pegatinas fluorescentes que ponían: "No Radiable"; El año 1967 y chicas semidesnudas en las portadas, canciones protesta francesas la mayoría.

Lo cierto es que había un buen montón de discos interesantísimos y entre Cristina y el Buitre se empezó a tramar una especie de "Operación Rescate". Cristina se dedicaba a mirarlos y a elaborar un plan para rescatarlos de ese infierno de polvo, humedades, dejadez y el próximo acecho de coleccionistas, esos mercenarios sin escrupulos.

En los días posteriores empezó el saqueo.

Al principio, los empleados de la Biblioteca contaban los que iba llevando "supuestamente prestados":

- Cristina, te llevas doce- Y esa misma tarde, devolvía otros doce... pero claro, eran singles muy malos que se merecían un castigo así: La Década Prodigiosa, Los Cantores de Hispalis y un largo etcétera de cantantes Pop de segunda fila... Singles que compraban al peso o tirados de precio... 100 pesetas y así, y dependiendo del estado del disco y de la portada.

Pasados unos dias de estas idas y venidas, en la Biblioteca ya se acostumbraron a ellos y ni les miraban los discos. Según ellos, les estaban haciendo un favor porque les limpiaban el polvo allí almacenado y de paso, le daban conversación al conserje en eternas conversaciones sobre Rocío Durcal, el Dúo Dinámico y sus favoritos: Los Pecos!

Eran como un niño en una tienda de golosinas y el atraco, primero disimulado, fue pasando a ser ya sin discrección alguna. Sacaba bolsas con 20 ó 30 singles y devolvía 10. Tanto por la mañana como por la tarde.

El Buitre recogía a Cristina en un coche alquilado para el rescate y luego estaban toda la tarde escuchando aquellos vinilos: Lone Star, Shirley Ellis, Billie Davis, Los Iberos, Shelly y La Nueva Generación, Los Salvajes, Los Brincos, Bad Manners, Madness, The Kinks... Había joyas de Psycho como "Cerebrum" y muchos grupos españoles del momento porque eran singles promocionales: Los Negativos, Kamenbert, Brighton 64, Los Brigatones, Los Estragos, Los Flechazos, Sex Museum...

Los que más nos interesaban eran los singles de los 60, y muchos de ellos estaban incluso sin haber sido utilizados, porque las bolsas interiores estaban intactas... ¿Te imaginas a Shelly y La Nueva Generación siendo radiados en la Extremadura de los años 60? Ellos tampoco...

El Buitre y el amigo rockero Pedro también aprovecharon para hacerse con una parte del botín y saciando sus diferentes gustos... P.V.P, Decibelios, Stray Cats, OX Pow, Pabellón Psiquiátrico, Charol, Los Nikis, Ilegales, Siniestro Total, Ten Pole Tudor, Escándalos, Código Neurótico, Telegrama... Y así, un montón de rarezas promocionales que de otra manera hubieran acabado en el cubo de la basura.

Así pasaron Cristina y El Buitre aquellos meses del verano de 1987, sintiéndose como los Bonnie y Clyde del Vinilo!!

Muchos de esos singles siguen estando en su colección... otros han sido vendidos a precio de oro a coleccionistas, que sin saberlo, pagaban diferentes viajes a eventos modernistas a la pareja protagonista de esta sección.

Este capitulo está dedicado a G. y a G. que inspiraron esta historia...